jueves, 2 de octubre de 2014

Sonreí,
le sonreí a la vida, me interese en ella
regresé a hacer lo que me buscaba
a buscar lo que me hace feliz...
Decidí que tengo que ser feliz.

Hay una vida,
haz de ella lo que tu quieras
vive sin dejar que los estereotipos
cambien tu forma de ser o
tus pensamientos

La libertad es solo una idea intangible, casi inalcanzable, pero ¿qué hace un soñador, sino es soñar con tener y gozar de ésta?

Quiénes conocemos.

Y entonces desperté de un sueño...


Me han dicho que el amor no duele, que no se busca, que llega.
Que es pleno, que es correspondido y que vale la pena.

He creído.




En mis ya fallidas experiencias me he percatado que:

los recuerdos duelen, pero tu eliges torturarte con ellos.
la ausencia duele, pero duele más darte cuenta que necesitas de alguien para estar completo.
Uno sufre solo lo que quiere sufrir.

Nosotros no decidimos cuándo o cómo nos lastimaran. Elegimos quiénes. Lo duro de elegir eso, es pensar conocer a la persona, cuando realmente no sabes ni un poco.
Es darte cuenta que jamás terminas de conocer a alguien, que lo poco que conoces es el reflejo de la impresión que tú dejas en ellos, que realmente sólo ves lo que ellos quieren mostrarte de sí.
Conocer a alguien lleva meses, años. Querer a alguien va más allá de una noche, ¿querer estar con alguien? o ¿estar dispuesto a hacer todo lo posible, para estar con alguien?
No son tus errores, es como los enamoras con estos; no son tus malas decisiones, son momentos vividos, imposibles de cambiar.


Entonces ¿nos conocemos?